lunes, 28 de enero de 2013


El frío de Holanda se cuela por mis huesos, atraviesa capas y llega hasta mi ventrículo izquierdo dónde tu te colaste aquella noche de Noviembre. Me recuerda que, aunque en silencio, sigues durmiendo tranquilo en ese, tu rincón. Me recuerda que olvidarte es solo una misión suicida. Que los kilómetros son en vano. Este frío me recuerda a lo que tu lengua conseguía hacerle a mis orejas. Estos tres grados bajo cero no tienen nada que ver con lo que sentí en el momento en que tu piel se montó en aquel tren sin despedirse de la mía. Y sé que debajo de este metro y medio de nieve hay miles, millones de tulipanes con la sonrisa congelada. Pero ahora todo es blanco y no se pueden distinguir sus bonitos colores. Digamos que Holanda en Enero es como nosotros, un invierno que congeló la primavera. La diferencia es que aquí en Abril se empezarán a distinguir colores y el invierno le pedirá perdón, uno por uno a cada tulipán. Y yo mientras tanto me llevaré unas cuantas semillas para ver si puedo reconstruir ese jardín que dejaste destrozado cuando me nevaste...


domingo, 20 de enero de 2013

Y no dejemos que nos venzan las almohadas



Hablar del otoño es fácil. Lo que no es fácil es sobrevivir al invierno, a ese frío que se cuela por todos los recovecos de mi casa y me recuerda que te fuiste llevándote contigo el calefactor. Que da igual los millones de mantas de Ikea que me eche por encima, el frío siempre cala. 


Un día te levantas y piensas "lo he superado", pero luego ves escrito por ahí la forma en que él te llamaba y claro tu corazón te manda a la mierda y te dice que no te lo iba a poner tan fácil. Intentas salir, pero solo das pasos torpes sobre un suelo destrozado y al final acabas tambaleándote. Qué difícil es acostumbrarse a lo complicado cuando ya te habías adaptado a lo fácil. 


Mientras te dedicas a escuchar canciones tristes y leer a gente hablando del amor. Cómo si supieran lo que es amor aquellos que lo tienen. El amor se conoce cuando se pierde. Cuando sabes que nunca va a volver y aún así te dejas la ventana abierta, para que al menos entre el frío y haga con tus pies lo mismo que él cuando te rozaba. Quién lo tiene sabe lo que es la felicidad, pero el amor es drama, sí. El amor es drama. En este mundo hay que perder para saber valorar. Así de gilipollas somos. 

Y hasta que no lo pierdes, no sabes lo que es el amor. Hasta que no te levantas por la mañana miras a tu lado y ves que la cama está vacía, hasta que preparas café para dos intuitivamente y acabas tirándolo, hasta que te duchas y no tienes quién te frote la espalda, hasta que miras el móvil y no hay sonrisa, hasta que tienes que usar cojines porque ya no está su cuerpo, hasta que te olvidas de la última vez que lloraste de alegría... hasta ese momento, no sabes lo que es el amor. 


Así que nada, construyamos farsas y hagamos del mundo un lugar más tranquilo. Dediquemos las noches a vivir, sobre y supervivir al mundo externo. Y no dejemos que nos venzan las almohadas. 

Porque sino... estaremos perdidos, porque sino... estaremos enamorados. 

jueves, 17 de enero de 2013

Amor, prometo estar bien

Amor, prometo estar bien.

La dulce condena del dolor de tu ausencia
 me visita cada madrugada
recompongo el ritmo de los latidos
que dejaste esparcidos por cada rincón
al intentar salvarse de lo que fue un compás mejor
Amor, yo prometí estar bien
y juro que voy a cumplirlo

No fue fácil despedirnos, porque ni siquiera fue
Cometí el error de creer en las promesas y quererlas
Y ahora, no tengo más remedio que cumplirlas
Aunque eso suponga mutilar la primavera
y guardar tus besos, ya en blanco y negro,
en un bote de cristal sin opción a respirar
Aunque eso suponga dejar a la flor marchitarse
en aquella botella vacía de ron

Tranquilo amor, yo voy a estar bien
Aunque me duelan los pulmones de respirar palabras
sin poder exhalarlas,
yo voy a estar bien
Aunque mis manos se congelen y les sigan 
el resto del cuerpo,
yo voy a estar bien

Te prometí que así lo haría y de verdad, lo haré
Estaré bien, amor,
cumpliré la promesa
pero no podré realizar más
Porque es tu promesa lo único que hace que siga con vida


sábado, 12 de enero de 2013

Amar sin poseer

“- El amor. ¿Cómo amar sin poseer?, ¿Como dejar que te quieran sin que te falte el aire? Amar es un pretexto para adueñarse de la vida del otro, para volverlo tu esclavo. Para transformar su vida en tu vida. ¿Cómo amar sin pedir nada a cambio?, sin necesitar nada a cambio... "


Yo te juro que no quería poseerte, no a tu alma. Porque es tuya y siempre lo será. Por suerte. Preciosa y tuya. Y que a mi lado, jamás te iba a faltar el aire, porque soy capaz de darte el mío si lo necesitas. Nunca te robaría la vida, porque jamás sería capaz de perdonármelo. Te mostraría la mía tal y como es y haría que juntas inventaran un nuevo concepto de vivir; El de vivir viviendo. Un concepto donde la lluvia roce cada poro de los días inundándolos de alegría y sonrisas. Porque el gris también puede ser precioso, siempre y cuando se refleje en tus ojos. Donde el sol, sea luz en cada camino. Sea calidez junto al frío del agua del mar en invierno. Donde las nubes sirvan de reposo para los días cansados, el mismo reposo que te darían mis hombros y mis manos. Mi espalda, mi cuello… mi vida. Un concepto en el que hasta el frío, ese que tanto odias, ese que tanto odiamos, cobre sentido al ver temblar tus clavículas.

Te juro, amor, que no pediría nada a cambio. No intento negociar. Nunca me han gustado las finanzas, tú lo sabes. Me basta con que me ames y me leas poesías, como hacías, antes de besarnos por primera vez. No necesito nada a cambio porque compartir contigo la vida, es tenerlo todo.





viernes, 11 de enero de 2013

A pesar de que esto debería llevar tu nombre

¿Quién dice que la piel no puede llorar y reír? ¿Quién se atreve a decir o siquiera pensar, que mi piel no echa de menos el roce de tus dedos? Qué no importa las vueltas que den en la lavadora mis sábanas, tu olor se quedó en el colchón, clavado. 

Si, es verdad eso que dicen de que el amor está en cualquier esquina, pero es que hay veces que vuelves a esa misma esquina y solo te encuentras un puto pis de perro. Y ni rastro del amor. Supongo que la culpa fue mía porque de todo el mundo y sus esquinas yo vine a elegir tu rincón. Y mira que soy masoquista, ¿a quién se le ocurre enamorarse de alguien que lee poesía y ama el mar? También será cosa de mi masoquismo lo de llevar siempre en la mochila tu pulsera. Y tener escondidos en sitios estratégicos, que me asaltan a veces sin previo aviso, las pequeñas cosas que te dejaste cuando decidiste huir. Me asaltan así como lo hace tu recuerdo, mutilando cada risa. 

Te exigiría que me devolvieras a mi pre, a mi estado antes de conocerte, pero lo cierto es que estoy mucho mejor así. La misión de olvidarte hace que sienta que aún puedo sentir. Aunque tu no estés aquí para compartirme. Aunque tú ya estés lejos, incluso más lejos de lo que estuviste antes de haberme conocido. 
Así que digamos, que los dos nos utilizamos. Yo para quererme, tú para quererla. 


lunes, 7 de enero de 2013

Ella, él y los otros

ELLA: He decidido cambiar de piel esta mañana. Toda nueva, toda entera para ti. He decidido que tu piel y mi piel deben empezar a surcar los mares más bonitos de este planeta. La culpa es de tu sonrisa que crea vida a su paso, que crea mi vida a su paso. El tema de tus ojos, vamos a dejarlo para otro rato, o mejor, para otra eternidad. Si, vamos a dejarlo. No quiero pelearme con las estrellas esta noche, que me han traído la primavera sin haberla pedido. Todo tú, tu pelo, tus manos, tu ropa, todo... huele a primavera. Podrías ser mi métrica y mi iniciación a todo aquello que llaman poesía y yo decido llamar amor. Dejaré a nuestros labios decidir que camino debemos recorrer. Que no me importa, de verdad que no, si siento tu pecho dentro de mi, latiendo. 

ÉL: El tacto de sus palabras era como el de su piel. Esa que tanto deseaba acariciar. Suave a veces y en cambio otras, tersa y rígida, llegando a ser adictiva…
Y es que fueron precisamente sus palabras las que me enamoraron y no su piel, como se cree. Lo de su piel vino después. Su piel resultó ser la nicotina. Pero sus palabras, joder con sus palabras. Sus palabras eran mucho más que el crack. Cocaína pura que mi cuerpo acabó necesitando de una forma casi enfermiza.

LOS OTROS:
Fueron sus palabras, las de ella, las que consiguieron enamorarlo
Fue su perfume, el de él, el que consiguió enamorarla
Fueron sus corazones, los de ellos, los que decidieron bailar